lunes, 18 de febrero de 2008

Carta Abierta de un padre a un nuevo padre de un niño con Síndrome Down


Yo soy yo y mis circunstancias decía Ortega y Gaset y me permitió comprender mi actitud de padre decepcionado ante el nacimiento de mi hijo con Síndrome de Down. A 20 años de aquel acontecimiento de igual manera reitero que las nuevas circunstancias ocurridas durante dicho periodo, me permiten comprender por que hoy me siento un padre orgulloso de mis hijos.

Ud. se preguntará mas allá de los momentos que actualmente está viviendo: ¿podrán ser también estas circunstancias parte de mi historia?

La respuesta ya no depende de mi sino de Ud. en la forma en que va construyendo e interpretando la realidad diaria. En este sentido le acerco la frase que dijo un padre ante una sala colmada de gente en un encuentro Nacional por una mayor integración de los niños y jóvenes con Síndrome de Down; "después de escuchar atentamente a todos los padres orgullosos de sus hijos solo me resta decir que lástima me dan el resto de los padres que tienen hijos normales porque no saben todo lo que se están perdiendo". El aplauso generalizado no se hizo esperar y creo que fue la mejor síntesis de dicho evento.

Sin embargo debo advertirle que esta historia feliz, no significa que Ud. termine pensando de igual manera, porque también me he encontrado ya fuera del Congreso y/o de Instituciones que luchan por su integración, con padres que piensan y perciben esta situación en forma diferente. Son los padres que no han asumido una actitud de vida y de compromiso diferente.

Por eso vale reiterar; la respuesta la tiene Ud. mismo en su actitud de vida, todos los demás interrogantes que se le plantean son técnicos y formales y seguramente encontrara múltiples respuestas, pero la principal pregunta y respuesta solo depende de Ud. de cómo afrontará de esta nueva realidad.

Sólo basta retroceder tan sólo unos años atrás para pensar en la vergüenza y ocultamiento hipócrita que hacia la sociedad en relación a esta patología pregúntese cuál sería su pensamiento y sensación si le hubiese tocado vivir en esa época. De igual manera proyéctese para preguntarse como será la vida de su reciente hijo en el futuro.

Pero Ud. está hoy aquí y ahora y por lo tanto debe responder a este presente, a este hijo recién nacido, a los múltiples interrogantes que se le plantean, pero la respuesta mas importante no la va a encontrar afuera sino en las puertas abiertas de su propio corazón para que las actitudes que se derivan del mismo no estén asociadas a un pasado retrógrado sino a un futuro mas digno. En este sentido le invito a que asuma como propio el catálogo de actitudes adjunto para que luego lo podamos seguir construyendo juntos....

Miguel
(Padre de Iván Blazquez)
(www.lawebdeivan.com.ar/)

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